Los Tiburones de Puerto Plata definitivamente han realizado una proeza y es unificar a todos los que tienen criterio, los que no están alineados con ellos es porque lamentablemente están exentos de tener el más mínimo criterio.
Es penoso ver como aun algunas personas todavía siguen hablando, escribiendo y generando de alguna manera odio contra el equipo o los directivos.
Lo interesante es que mucha gente no contaba con la crueldad del tiempo que trae la verdad consigo. Que desnuda a todo aquel que ha derrochado mentiras y ha sembrado odio y división con informaciones para nada veraces y que han sido vendidas disque porque "hay que decir las informaciones como son para cumplir con mi rol de periodista" o porque "nadie me puede comprar", como si se tratara de que todos estamos comprados menos esa persona que PRESUME de decir la verdad, cuando no hay nada mas falso que todo lo que dice.
Finalmente puedo confesarles que lo que si sorprende es ver al día de hoy, cuando el tiempo los ha desnudado como cambian como camaleones y se venden como agentes de paz, tratando de mediar en medio del desorden y la división que ellos mismos han creado.
Sería preferible que hagan como otros que no aparecen ni en los campos espiritistas.
Por Germán Báez
Es penoso ver como aun algunas personas todavía siguen hablando, escribiendo y generando de alguna manera odio contra el equipo o los directivos.
Lo interesante es que mucha gente no contaba con la crueldad del tiempo que trae la verdad consigo. Que desnuda a todo aquel que ha derrochado mentiras y ha sembrado odio y división con informaciones para nada veraces y que han sido vendidas disque porque "hay que decir las informaciones como son para cumplir con mi rol de periodista" o porque "nadie me puede comprar", como si se tratara de que todos estamos comprados menos esa persona que PRESUME de decir la verdad, cuando no hay nada mas falso que todo lo que dice.
Finalmente puedo confesarles que lo que si sorprende es ver al día de hoy, cuando el tiempo los ha desnudado como cambian como camaleones y se venden como agentes de paz, tratando de mediar en medio del desorden y la división que ellos mismos han creado.
Sería preferible que hagan como otros que no aparecen ni en los campos espiritistas.
Por Germán Báez
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