viernes, 18 de junio de 2010

UN SEPTIMO PARTIDO PARA NO OLVIDAR

Puerto Plata. República Dominicana.- Sin rodeo alguno debemos afirmar que el séptimo partido de la serie final del 2010 entre Lakers y Celtics fue uno de los mejores que he visto en cuanto a defensa, esfuerzo, concentración y sobre todo paciencia. Gracias a Dios por darnos la oportunidad de haberlo visto.

Ciertamente el partido en cuanto a estadísticas no fue el mejor, más lo que arriba expusimos, y el drama que se vivió lo convierten en un partido memorable.

Kobe no lucio como se esperaba. Su acierto en los disparos no fue bueno, pero mostro toda su grandeza al jugar para el equipo, a buscar rebotes y a poner de manifiesto su gran defensa. Lo más espectacular de Kobe fue como se repuso en el último cuarto y la frialdad mostrada desde la línea de tiros libres, algo pocas veces visto en cualquier jugador.

Gasol de seguro hizo que los españoles se sintieran orgullosos con ese magistral último cuarto. El pobre Gasol que recibió tantos golpes de Garnet y del resto de sus compañeros bostonianos.

Artest finalmente pudo quitarse el mono de arriba. Ya nadie habla de la falta que hizo Trevor Ariza, después de los 20 puntos con que termino y ese bombazo de tres terminándose el partido.

Todo el crédito para el conjunto de los Celtics. Nunca había visto a ningún equipo reponerse de derrotas apabullantes y olvidar eso para jugar como lo hicieron un séptimo encuentro. Esto deja claro que la casa fue sumamente determinante para que los Lakers ganaran, sin dejar de admitir que regresar de una desventaja de 13 puntos en la segunda mitad es sorprendente.

Ahora habrá que esperar a ver que nos trae la próxima temporada.

Por Germán Báez

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